Se que últimamente no publico muchas entradas en esta bitácora. Últimamente he andado muy ocupado. Tengo varios proyectos en marcha y por desgracia, el trabajo anda muy parado.
Así pues, estoy trabajando en, además de esos proyectos personales, en la renovación de mi página web, la cual se que les va a gustar. De momento, y de aperitivo, la imagen de arriba es la que pertenece a la nueva "home".
Esta renovación la pienso hacer con mucho cuidado y va a costar mucho trabajo. Pienso hacerlo bien y con calma, así que tardaré en publicarla. Ya avisaré cuando esté lista.
De momento habrá que conformarse con la que ya existe (que no es poco).
www.ignacioochoa.es
Arqueología de andar por casa
Hoy iba calmadamente paseando con mi perro, Dudo, por el parque Grande o Primo de Rivera (como prefieran), cuando encontré un pequeño tesoro. Miraba yo al suelo junto a una raíz de un Platanero de sombra y vi algo que sobresalía. Al principio pareciome un taponcito de plástico, mas cuando con ayuda del pie lo terminé de desenterrar vi que era en realidad una moneda. El ser pobre hizo que me agachara a por ella, a pesar de que por su tamaño no parecía muy valiosa, pero cual fue mi sorpresa cuando al cogerla vi que era una moneda de 10 céntimos de Peseta del año 1959.
Obviamente, en estos días, a nadie se le cae del bolsillo una moneda fuera de curso, así que deduje que debió de permanecer enterrada allí un mínimo de 35 años. Vino a mi cabeza una sensación extraña al pensar que alguien perdió ese dinero hace muchos años y en lugar de encontrarla cualquiera dos días después, la he encontrado yo más de 35 años después.
Obviamente, en estos días, a nadie se le cae del bolsillo una moneda fuera de curso, así que deduje que debió de permanecer enterrada allí un mínimo de 35 años. Vino a mi cabeza una sensación extraña al pensar que alguien perdió ese dinero hace muchos años y en lugar de encontrarla cualquiera dos días después, la he encontrado yo más de 35 años después.
Los reyes que nunca vinieron
Hoy ha sido el día de Reyes, el día en el que los críos se levantan al punto de la mañana cuando tu tienes fiesta y además has trasnochado. En fechas así, es fácil escuchar por la radio o ver por la tele las añoranzas de muchos antiguos niños de sus mejores reyes o de sus sensaciones cuando eran pequeños en la noche de reyes. No se puede evitar el recordar como se vivía una noche de insomnio y una mañana de sorpresas y también, por qué no decirlo, de desilusiones. Todos hemos tenido el típico juguete o regalo que no hemos tenido. Eso que pedías todos los años y nunca te traían y que al final dejaste de pedir porque para qué quieres el barco pirata de playmobil a los 30 años.
En mi caso se trataba de el "Quimicefa", un juego de química bastante inocente para que los niños hiciesen sus pinitos con experimentos sencillos e inútiles. No se porque no me lo trajeron ni reyes ni cumpleaños; quizás mis padres pensasen que era peligroso o simplemente es que era caro. Así que lo mismo que de mayor me voy a quedar sin iPhone, de niño me quedé sin "Quimicefa". ¿Y ustedes, cuál es el regalo de reyes que siempre pidieron y nunca tuvieron?
Les animo a que dejen sus comentarios.