La felicidad

Últimamente he estado pensando en la felicidad. ¿Qué es la felicidad? ¿Se puede ser feliz?
Pregúntate si eres feliz y dejarás de serlo solía decir con vehemencia.

Me doy cuenta de que no se puede ser feliz. El hombre, tal y como vivimos, está en medio de privaciones, enjaulado en un trabajo y un modo de vida que le enseña que para ser feliz hay que tener cosas. Poco a poco, así, nos vamos encerrando en nuestra propia cárcel donde compramos una casa, un coche, tenemos hijos, lavadora, televisión...
Llegamos a casa y nos sentamos delante del televisor y en nuestro estado de complacencia nos creemos felices, mas, la cuestión es que confundimos ese estado de bienestar en el que estamos calentitos en casa viendo la televisión con la felicidad. ¿Porqué somos felices sólo si las cosas van bien? Si lo perdemos todo, dejamos de ser felices? ¿Significa eso que necesitamos cosas para obtener bienestar y por lo tanto la felicidad?

Estamos solos en el mundo y si nos preguntan si somos felices respondemos que no. Cuando tenemos pareja e hijos, esta nos pregunta si somos felices y respondemos que sí.
¿Acaso no nos suceden cosas malas que turbian nuestra felicidad cuando estamos emparejados? ¿Dejaremos de ser felices según el amor se vaya apagando?

He llegado a la conclusión de que la felicidad no existe al menos no como la planteamos hoy en día en occidente.
No hay felicidad, hay momentos felices. Y son esos momentos felices los que tenemos que buscar, sea cual sea nuestra vida.
Evidentemente, cuanto más acorde estén nuestros deseos con la vida que llevamos, más momentos felices tendremos. Creo que el primer paso para tener momentos felices es sentirse bien uno consigo mismo y no dejarse deslumbrar (si no se quiere) por la vida de éxito y la falsa seguridad de poseer una casa un coche...
No hagan caso de los que dicen –"No queda más remedio, la vida es así"–. Los que dicen eso ya están atrapados y no ven salida al final del túnel. No, la vida no es así si no queremos. En nuestra mano está aceptar o no la vida que se nos ofrece.

De una cosa estoy seguro, los momentos felices no se hayan en las cosas o en los demás, están en uno mismo. Recuerden que podemos perder todo aquello que poseemos y nos rodea. Debemos estar preparados para superar esa pérdida continuar nuestro camino en la búsqueda de más momentos felices.