Es normal que se quieran

Amor de cepillos


Me acabo de cepillar los dientes y asisto a un insospechado acto de descaro y pasión. Salgo del baño pensativo y con los sentimientos encontrados. Mi mujer y yo nos cruzamos por el pasillo. Carmen, que así se llama mi mujer me nota cabizbajo.
–¿Qué te ocurre? –Me pregunta, preocupada.
–¿Qué "qué ocurre"?¿Qué tu cepillo de dientes es una descarada? –Al ver su cara de incomprensión, continúo relatando lo que acabo de presenciar.
–Después de cepillarme los dientes y limpiar mi cepillo lo he dejado en el cubilete de los cepillos. No se si ha sido por la vibración o por una pasión incontenible, tu cepillo de dientes se ha apresurado a abalanzarse sobre el mio y le ha arreado un beso apasionado en la boca. –Mi mujer me mira sin saber que decir.– Sí, sí. –Continúo– No tengo nada en contra, pero, vaya, no me lo esperaba de tu cepillo.
Mi mujer, despreocupada después de la expectación inicial, me contesta.
–Hombre, llevan bastante tiempo juntos y sólo se tienen el uno al otro. Déjalos, es normal que se quieran.