Un lugar tranquilo

Necesito un lugar de retiro... Cualquiera.


Últimamente comprendo a los grandes escritores que se van a una casa incomunicada en las montañas para escribir una novela. O a esos grupos de música que se encierran un mes o dos en un garaje para sacar un disco. Me he dado cuenta que al igual que ellos, yo también necesito un lugar de retiro. Aunque en mi caso no es para llevar a cabo el proyecto pero sino para empezarlo.
Ahora que "El Morico, la historia jamás contada" está en las librerías, me he puesto con un proyecto propio e individual que llevaba mucho tiempo en el cajón. Se trata de otro cuento infantil. Me ha costado mucho arrancar, pero ya estoy listo para empezar los bocetos previos.
Cuando me tocó hacer los bocetos para "El Morico", pasé un mes haciendo compañía a mi madre que estaba ingresada en el hospital y yo aproveché para hacer dichos bocetos. Con otro proyecto que tengo aparcado, aproveché dos semanas que estuve haciendo compañía a mi mujer en su tienda para hacer los bocetos. Y ahora me doy cuenta que en esta parte del proceso creativo necesito un retiro.
Casi me sirve cualquier sitio, mientras esté alejado del estudio. Tiene que ser un sitio tranquilo y sin demasiada gente. Dado que este cuento está ambientado en el Pirineo aragonés, debería subirme allí arriba, pero no se puede. Si no hiciese tanto frío me iría con Dudo, mi perro, al parque.

No se, ya encontraré algún sitio apartado, puede ser una cafetería, una biblioteca...