Entre dibujar un poco y atender a mi madre se me pasa la mañana
Han pasado muchos días desde mi última entrada. Me gustaría decir que ha sido porque he estado de vacaciones o mil cosas, pero lo tirste es que no ha sido así. Este mes de agosto se me ha pasado como un suspiro, casi sin pena ni gloria. Me ha faltado el tiempo y en ocasiones casi el aliento.
Trabajar ha sido imposible, y cuando ha habido que hacerlo sí o sí ha sido insoportable. Al terrible calor que ha hecho en Zaragoza este Verano se han sumado las obras de mi calle, porque de eso tampoco me he librado y han sido peor que un dolor de muelas.
Me empezó a faltar la mitad del día cuando ingresaron a mi madre en el hospital. No era nada grave, una de estas infecciones que te coges cuando llegas a ciertas edades. El martes que viene hará un mes en el hospital y a pesar de no ser del todo necesario, he pasado con ella todas las mañanas haciéndole compañía. ¿Qué voy a hacer?, es mi madre.
Afortunadamente este mes he estado metido en un par de proyectos, he ido haciendo los bocetos en el hospital, pero aún así, no me llegaban las horas. Estar en el hospital tanto tiempo me ha permitido conocer a un montón de gente y que me conociesen. A todo el mundo le llamaba la atención verme hecho un rebullo dibujando.
¿Cosas que ido dejando para septiembre? Ponerme de lleno con un cuento muy interesante, preparar y presentar el proyecto para otro cuento y en el terreno social, seguir ampliando mi nueva web, mantener esta bitácora y llenar de contenidos la "mini-site" de Néstor en "Facebook®".
Espero que cuando el calor deje de apretar y mi madre salga del hospital, empiece a ser de nuevo una persona completa, porque cada vez estoy más convencido de que el tiempo es vida.
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